Advocates for Children of New York (AFC) publicó un nuevo informe, Esperando un asiento: la escasez de asientos para clases de educación especial preescolar en la ciudad de Nueva York, que muestra un déficit proyectado de entre 1,028 y 1,932 asientos en clases de educación especial preescolar para niños de tres y cuatro años con discapacidades en la ciudad de Nueva York esta primavera. Esta cifra no incluye la necesidad proyectada de cientos de asientos adicionales en clases de educación especial preescolar bilingüe, que se calculan por separado.

Si bien muchos niños en edad preescolar con discapacidades reciben servicios en clases de prekínder de educación general, los niños con necesidades más importantes tienen derecho legal a un asiento en una clase de educación especial preescolar con un maestro de educación especial certificado y una proporción más pequeña de estudiantes por personal. Sin embargo, después de años de inversión insuficiente por parte del Estado en programas de educación especial preescolar, Nueva York está muy lejos de brindar a todos los niños las clases que necesitan. De hecho, 22 de los 32 distritos escolares de la ciudad tienen escasez de clases de educación especial preescolar para la primavera. La necesidad es particularmente aguda en el Bronx, con una necesidad proyectada de al menos 450 y hasta 798 asientos en clases monolingües de inglés, así como asientos adicionales en clases bilingües de español.

"Hemos escuchado de padres desesperados por que sus niños en edad preescolar obtengan la ayuda que necesitan para aprender a hablar y caminar, pero que han estado sentados en casa durante meses esperando un asiento en una clase", dijo Kim Sweet, directora ejecutiva de AFC.

En los últimos dos años, el DOE ha abierto más de 1,000 asientos adicionales en clases especiales de preescolar en un esfuerzo por abordar la escasez. Sin embargo, las organizaciones comunitarias (OBC), que imparten la mayoría de las clases de educación especial preescolar, están luchando por mantener sus puertas abiertas y ejecutar programas de alta calidad como resultado de la tasa de pago insuficiente fijada por el Estado. En particular, la tasa dificulta la contratación y retención de maestros certificados que podrían ganar salarios mucho más altos en las escuelas públicas y otros programas de educación infantil temprana.

Antes del año escolar 2015-16, el Estado no proporcionó ningún aumento en las tasas de reembolso para las clases especiales preescolares durante seis años, manteniendo la tasa estancada sin ajustes por costo de vida. Desde entonces, el Estado ha aprobado sólo un aumento del dos por ciento cada año, mucho menos que el aumento de tarifas recomendado por el Departamento de Educación del Estado de Nueva York, la Asamblea del Estado de Nueva York, el Senado del Estado de Nueva York, los defensores y los proveedores para abordar la escasez de programas y ayudar a garantizar que haya un asiento para cada niño que lo necesite. En los últimos años, se han cerrado más de 60 programas de educación especial preescolar en todo el estado, muchos de ellos alegando tarifas inadecuadas.

La propuesta de presupuesto publicada este mes por el gobernador Cuomo no incluye ninguna iniciativa para ayudar a abordar esta crisis.

“Cada día que niños pequeños con discapacidades están en lista de espera en lugar de estar en clase es una oportunidad perdida para intervenir y prepararlos para el jardín de infantes”, dijo Randi Levine, directora de políticas de la AFC. “El gobernador Cuomo y el alcalde de Blasio han sido líderes en la expansión de la educación infantil temprana y deben extender este compromiso a los niños en edad preescolar con discapacidades este año”.

El informe recomienda que el Estado y la Ciudad tomen las siguientes medidas:

1. El estado de Nueva York debe aumentar la tasa de pago para las clases especiales de preescolar en un diez por ciento este año para ayudar a proporcionar a los programas los recursos que necesitan para reclutar y retener maestros y ejecutar programas de alta calidad. Es necesario un aumento de tarifas para compensar la falta de inversión en años anteriores y evitar que más CBO cierren sus clases especiales de preescolar y alentarlas a abrir nuevas clases para satisfacer la necesidad pendiente.
2. La ciudad de Nueva York debe garantizar que haya un asiento en una clase especial de preescolar disponible para cada niño que lo necesite abriendo nuevas clases en el DOE o facilitando la apertura de nuevas clases en las CBO. Si bien el Estado necesita aumentar la tasa de pago para estas clases, la Ciudad todavía tiene la obligación legal de proporcionar un asiento en una clase especial de preescolar para cada niño que lo necesite. Como tal, la Ciudad debe tomar medidas para apoyar a las CBO de las que depende el DOE para brindar clases especiales de preescolar, incluso extendiendo los aumentos salariales anunciados recientemente para los maestros de educación infantil temprana a los maestros de clases especiales de preescolar en las CBO.