Incluso en nuestros días más oscuros, tenemos que seguir invirtiendo en el futuro y nuestras escuelas son nuestra mejor esperanza. Esto es absolutamente clave para una recuperación total.

En el próximo año, los estudiantes de la ciudad de Nueva York necesitarán apoyo académico y socioemocional adicional para compensar los meses de tiempo de instrucción que se han perdido debido a la pandemia y abordar el impacto del aislamiento, el miedo y la pérdida. Los recortes presupuestarios anunciados hoy solo empeorarían las desigualdades existentes y agravarían los inmensos desafíos que enfrentan actualmente nuestras escuelas y estudiantes.

Necesitamos que nuestros funcionarios electos federales, estatales y municipales trabajen juntos para garantizar que nuestras escuelas tengan los recursos que necesitan para que la crisis actual no tenga consecuencias de por vida para una generación de niños.