Al final del octavo grado, Kalilah, de 14 años, que tiene problemas de aprendizaje y del lenguaje, leía a un nivel de segundo a tercer grado. Kalilah había estado recibiendo servicios para sus discapacidades desde que era una niña pequeña, pero seguía teniendo dificultades en las aulas de su escuela pública, especialmente con la lectura y la escritura. Además, en la escuela secundaria, sus dificultades académicas estaban afectando significativamente su autoestima y bienestar emocional. Kalilah odiaba la escuela, a veces lloraba en clase y sus compañeros se burlaban de ella por sus dificultades para leer. Una evaluación integral realizada en la primavera del octavo grado reveló que, aunque sin duda tenía el potencial para aprender, las habilidades fundamentales de alfabetización de Kalilah estaban severamente retrasadas.
Con esta evaluación en mano, Advocates for Children ayudó a la madre de Kalilah a navegar el sistema y abogó firmemente en su nombre para asegurar una colocación adecuada en la escuela secundaria y recuperación intensiva de lectura. En el otoño de 2015, Kalilah comenzó el noveno grado en una escuela privada de educación especial, pagada por el DOE, donde recibe instrucción de lectura basada en evidencia y se beneficia del uso de tecnología de asistencia (una computadora portátil y un software de conversión de texto a voz). Con una instrucción adecuada e individualizada, Kalilah finalmente está progresando.
“Fue muy frustrante que no estuviera recibiendo la ayuda que necesitaba. Ahora todo es genial. ¡Se ha unido a un club de periódicos! Ella nunca habría hecho eso antes porque todo es leer y escribir. Ella también está en el cuadro de honor ahora. Su lectura y escritura son mucho mejores. [El año pasado] ella no quería ir a la escuela y solía preguntarme todo el tiempo si podía quedarse en casa. Eso nunca sucede ahora. Está emocionada de ir todos los días”.
la madre de kalilah