Julian, un niño de tres años en un programa preescolar EarlyLearn en el Bronx, mostró dificultades para entender el lenguaje y expresarse. Su madre sabía lo importante que es abordar los retrasos durante los primeros años de la vida de un niño, por lo que remitió a Julian para una evaluación de educación especial preescolar. La evaluación encontró que Julian tenía retrasos significativos en sus habilidades lingüísticas, y el Departamento de Educación inicialmente aprobó que Julian recibiera terapia del habla.
Sin embargo, en lugar de hacer arreglos para que comenzara la terapia del habla de Julian, el DOE llamó a la madre de Julian para una segunda reunión y le dijo que Julian ya no sería elegible para recibir terapia del habla. El DOE no había realizado ninguna evaluación nueva y no podía proporcionar ninguna justificación para este cambio. Cuando la madre de Julián expresó su preocupación, el miembro del personal del DOE se negó a escucharla e incluso la acusó de “subestimar” a su hijo al solicitar servicios de educación especial. La madre de Julián salió de la reunión sintiéndose frustrada, herida y muy preocupada de que su hijo no recibiera ayuda para su retraso en el lenguaje. Si bien es difícil para cualquier padre en esta situación navegar por el sistema de educación especial, esta experiencia fue particularmente difícil para la madre de Julián porque su idioma principal es el español.
Un trabajador social del centro EarlyLearn de Julian conectó a la madre de Julian con el Proyecto de Educación Infantil Temprana de Advocates for Children. La AFC presentó una solicitud de audiencia imparcial y rápidamente obtuvo una orden para que el DOE proporcionara servicios del habla y de recuperación durante las semanas que Julian había perdido. El DOE realizó nuevas evaluaciones y determinó que Julian sería elegible para recibir servicios del habla en el futuro, así como terapia física y ocupacional para abordar los retrasos motores.
La madre de Julián está encantada de informar que ha logrado avances significativos desde que comenzó a recibir todos estos servicios. En particular, su madre y sus maestros de preescolar han notado una gran mejora en la capacidad de Julian para expresar sus pensamientos desde que comenzó la terapia del habla y en su capacidad para subir escaleras desde que comenzó la fisioterapia. La madre de Julian se siente muy aliviada de que Julian esté recibiendo ayuda ahora para que esté mejor preparado para ingresar al jardín de infantes. Si bien la madre de Julian anteriormente se sentía frustrada y alienada por su experiencia con el DOE, ahora se siente empoderada para hacer valer sus derechos como madre y está lista para continuar defendiendo a Julian a lo largo de su carrera educativa.